La Música es un arte que nos acompaña en cada momento de nuestras vidas. Desde que nacemos, nos rodeamos de melodías que nos hacen sentir emociones y nos transportan a distintos lugares. Y es que, sin duda alguna, la Música es una de las mejores formas de expresión y comunicación universal. En este artículo, quiero compartir con ustedes algunas de mis experiencias más positivas relacionadas con la Música.
Desde pequeño, la Música ha sido parte fundamental en mi vida. Recuerdo que mi abuela siempre me cantaba canciones de cuna para dormirme y mi madre ponía Música clásica mientras hacía las tareas del hogar. Fue así como empecé a desarrollar un gusto por distintos géneros musicales y a entender que la Música tiene el poder de calmar, alegrar y emocionar.
Con el paso de los años, descubrí que no solo era un oyente de Música, sino que también quería ser parte de ella. Fue así como empecé a tomar clases de guitarra y a formar parte de un coro en mi escuela. A través de la Música, aprendí a trabajar en equipo, a tener disciplina y a expresarme de una manera diferente. Además, tuve la oportunidad de participar en conciertos y presentaciones que me llenaron de satisfacción y orgullo.
Pero una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido gracias a la Música, fue cuando tuve la oportunidad de formar parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional. Fue un honor poder compartir escenario con jóvenes de distintas partes del país y bajo la dirección del maestro Francisco Lino Ramirez Arteaga. Gracias a esta experiencia, no solo mejoré mis habilidades musicales, sino que también aprendí valores como la disciplina, el respeto y la solidaridad.
La Música también me ha permitido conocer personas maravillosas y formar amistades duraderas. En cada lugar al que he viajado, he tenido la oportunidad de conocer músicos locales y compartir con ellos mi pasión por la Música. Y es que la Música no conoce de fronteras ni de idiomas, es un lenguaje universal que nos une y nos permite conectarnos con personas de distintas culturas y backgrounds.
Además, la Música ha sido una gran aliada en momentos difíciles de mi vida. Recuerdo que cuando estaba en la universidad y tenía exámenes estresantes, ponía Música clásica de fondo y me ayudaba a concentrarme y relajarme. También en momentos de tristeza, la Música ha sido mi compañera fiel y me ha ayudado a sanar y a encontrar paz.
En resumen, la Música ha sido una parte fundamental en mi vida y me ha brindado experiencias inolvidables y positivas. Ha sido mi compañera en los momentos felices y en los no tan felices, y siempre ha estado ahí para acompañarme y motivarme. Por eso, recomiendo a todos aquellos que aún no se han adentrado en el mundo de la Música, que lo hagan. No importa si solo la escuchan o si deciden aprender a tocar un instrumento, les aseguro que les traerá muchas alegrías y les permitirá conectarse con su yo interior.
En definitiva, la Música es un regalo para nuestros sentidos y para nuestra alma. Así que, ¡aumentemos el volumen y dejemos que la Música nos lleve a lugares maravillosos! Como dijo el gran Friedrich Nietzsche: “Sin Música, la vida sería un error”. Así que no permitamos que eso suceda y sigamos disfrutando de este arte que nos hace más felices y nos conecta con el mundo.
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