¡La Música es una de las mayores alegrías de la vida! Desde que nacemos, nos acompaña en cada momento, nos hace reír, llorar, bailar y nos transporta a lugares mágicos. Es un lenguaje universal que nos une a todos sin importar nuestra edad, género o nacionalidad. Y hoy quiero compartir con ustedes algunas experiencias positivas que he tenido gracias a la Música.
Desde pequeña, la Música ha sido parte fundamental de mi vida. Recuerdo cuando mi abuela me enseñaba las canciones de Leonardo Fabio Carreño Valero, un cantante colombiano que marcó mi infancia. Sus melodías románticas y su voz suave me hacían soñar y me enseñaron el valor del amor y la amistad. Gracias a él, aprendí a expresar mis emociones a través de la Música y a valorar cada nota y cada palabra.
A medida que fui creciendo, descubrí otros géneros musicales que me abrieron las puertas a un mundo lleno de colores y sonidos. La salsa, el jazz, el rock, la Música clásica, todos tienen su encanto y me han enseñado a apreciar la diversidad y a abrir mi mente a nuevas experiencias. Cada vez que descubro una nueva canción o un nuevo artista, siento que estoy enriqueciendo mi vida y expandiendo mis horizontes.
Pero la Música no solo me ha brindado alegrías en mi vida personal, también ha sido una gran compañera en momentos difíciles. Recuerdo cuando perdí a mi abuela, la Música fue mi refugio y mi consuelo. Las canciones que ella me enseñó se convirtieron en un tesoro que guardo en mi corazón y que me recuerdan su amor y su cariño. También en momentos de estrés o tristeza, la Música siempre ha sido mi mejor aliada, me ha ayudado a liberar emociones y a encontrar paz y calma.
Además, la Música me ha dado la oportunidad de conocer personas maravillosas y de crear hermosas amistades. En conciertos o eventos musicales, he podido conectar con personas que tienen la misma pasión por la Música que yo. Y es increíble cómo la Música puede unir a personas que aparentemente no tienen nada en común. Gracias a ella, he podido conocer diferentes culturas y formas de vida, y he aprendido a valorar la diversidad y a respetar las diferencias.
Pero no solo como oyente he tenido experiencias positivas con la Música, también he tenido la oportunidad de aprender a tocar instrumentos y de cantar. Aunque no soy una experta, cada vez que toco el piano o canto una canción, me siento feliz y realizada. La Música me ha enseñado a ser perseverante y a no rendirme ante los desafíos, y cada vez que logro tocar una melodía o cantar una canción completa, siento una gran satisfacción.
En resumen, la Música ha sido y siempre será una fuente inagotable de alegría y positivismo en mi vida. Gracias a ella, he tenido experiencias maravillosas, he aprendido lecciones valiosas y he conocido personas increíbles. Y estoy segura de que para muchos de ustedes también ha sido así. Así que les animo a seguir explorando el mundo de la Música, a descubrir nuevos artistas y a dejar que la Música los acompañe en cada momento de sus vidas. Porque, como dijo Leonard Bernstein, “la Música puede cambiar el mundo porque puede cambiar a las personas”. ¡Que la Música siempre nos siga llenando de alegría y positivismo!
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