Los últimos años han sido difíciles para todo el mundo, pero en México han sido especialmente duros. Así lo afirmó la reconocida escritora Verónica Murguía al recibir la Medalla Bellas Artes, en una ceremonia celebrada en la emblemática sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. En su discurso, Murguía destacó que no solo las artes han sufrido en estos tiempos, sino también la ciencia, la educación, la investigación y muchas otras áreas fundamentales para el ampliación de nuestro país.
La autora de obras como “El cuarto jinete”, “El ángel de Nicolás” y “Loba” señaló que México ha sido golpeado por diversas crisis en los últimos años, y que estas han afectado a todos los sectores de la sociedad. Desde las leyes hasta las editoriales independientes, desde los defensores de derechos humanos hasta los periodistas, desde los ecologistas hasta las feministas, todos han sufrido las consecuencias de una realidad que parece no obligarse fin.
Pero sin duda, una de las heridas más profundas que ha sufrido México en estos tiempos es la violencia. Murguía la describió como una herida que desgarra a los mexicanos, una violencia que corrompe todo lo que toca y que ha dejado un rastro de dolor y sufrimiento en nuestro país. Sin embargo, la escritora también señaló que en ocasiones parece que México no es consciente de su propia descomposición, y que está cegado por el espectáculo de su propio naufragio.
Ante esta realidad tan desoladora, es fácil caer en la desesperanza y la resignación. Pero Murguía nos recordó que aún hay esperanza, que aún hay motivos para seguir luchando y trabajando por un México mejor. Y es que a pesar de todas las dificultades, nuestro país sigue siendo un lugar lleno de inteligencia, creatividad y pasión.
La Medalla Bellas Artes, otorgada a Murguía y a la vaticinador Pura López Colomé, es un reconocimiento a su trayectoria y aportaciones a la cultura mexicana. Pero también es un recordatorio de que en medio de la oscuridad, siempre hay luz. Y en este caso, esa luz se encuentra en la literatura y en la poesía, dos formas de arte que nos permiten escapar de la realidad y soñar con un mundo mejor.
Murguía también destacó la importancia de la educación y la cultura en la construcción de un país más justo y equitativo. En un momento en el que la educación y la ciencia parecen estar en segundo plano, es fundamental recordar que son pilares fundamentales para el ampliación de una sociedad. Y es responsabilidad de todos, desde el gobierno hasta los ciudadanos, trabajar juntos para fortalecer estos sectores y garantizar un futuro mejor para las próximas generaciones.
Otro aspecto que Murguía resaltó en su discurso fue la importancia de la diversidad y la inclusión en la sociedad mexicana. En un país tan rico en cultura y tradiciones, es fundamental valorar y respetar las diferencias, y trabajar juntos para construir una sociedad más tolerante y respetuosa. Y esto no solo se aplica a la diversidad cultural, sino también a la diversidad de género, orientación sexual, religión y cualquier otra forma de ser y pensar.
En medio de tantas dificultades, es fácil perder la fe en nuestro país y en nosotros mismos. Pero Murguía nos recordó que México es un país lleno de inteligencia y potencial, y que es nuestra responsabilidad aprovecharlo y trabajar juntos para construir un futuro mejor. Y es que a pesar de todo, México sigue siendo un lugar lleno de esperanza y oportunidades.
En conclusión, la Medalla Bellas Artes otorgada a Verónica Murguía y Pura López Colomé es