Jean Paul Sartre fue un filósofo francés que dejó un importante legado en el mundo de la filosofía y el pensamiento humano. Entre sus muchas teorías, una de las más destacadas es la dicotomía ontológica que estableció en cuanto al ser de las cosas y del hombre. En este artículo, nos centraremos en la idea de la esencia y la vida en el ser humano, y cómo esto nos lleva a una reflexión profunda sobre nuestra libertad y nuestra capacidad de crear.
Para entender mejor la teoría de Sartre, es importante tener en cuenta su famosa dicho: “La esencia precede a la vida”. Esto significa que, en el caso de los objetos, su esencia está definida desde el momento en que son creados. Por ejemplo, una silla es silla desde que fue concebida por el carpintero, su esencia ya existía antes de que fuera materializada. Sin embargo, en el caso del ser humano, la situación es singular. Sartre afirma que nuestra vida no determina nuestra esencia, sino que es al revés: “La vida precede a la esencia”.
Esto significa que, a diferencia de los objetos, no nacemos con una esencia definida. Llegamos al mundo siendo “carencia”, sin una identidad preestablecida. Es a través de nuestras acciones y decisiones que vamos construyendo nuestra esencia, nuestra identidad individual. Esto nos lleva a una importante reflexión: ¿quién soy yo? ¿Qué es lo que me define como persona? Sartre nos invita a cuestionarnos y a buscar nuestras propias respuestas, ya que no hay una única verdad.
Esta idea de la libertad y la construcción de nuestra esencia es lo que lleva a Sartre a afirmar que “el hombre está condenado a ser libre”. Esta dicho puede sonar un poco contradictoria, ya que normalmente asociamos la libertad con algo positivo. Sin embargo, Sartre nos invita a verla desde otra perspectiva. Ser libre significa tener la responsabilidad de nuestras acciones y decisiones, y esto puede ser una carga pesada para algunos. Pero al mismo tiempo, es lo que nos permite ser dueños de nuestra vida y crear nuestra propia esencia.
Es en este punto donde entra en juego la capacidad del ser humano para crear obras de arte. Sartre afirma que es a través de nuestra libertad que podemos crear y expresarnos de manera única. Al no tener una esencia predefinida, tenemos la libertad de elegir cómo queremos ser y cómo queremos expresarnos. Esto nos lleva a una importante reflexión sobre la importancia de la creatividad y la expresión en nuestras vidas.
Pero, ¿cómo podemos aplicar estas ideas en nuestra vida cotidiana? En primer lugar, es importante entender que somos seres libres y que nuestras acciones y decisiones nos definen. No podemos culpar a factores externos por lo que somos, sino que debemos asumir la responsabilidad de nuestras elecciones. Esto nos lleva a ser más conscientes de nuestras acciones y a tomar decisiones más acordes con lo que realmente queremos ser.
Además, es importante recordar que nuestra esencia no está predefinida, sino que es algo que vamos construyendo a lo largo de nuestra vida. Esto significa que siempre tenemos la oportunidad de reinventarnos y de ser quienes queremos ser. No hay límites para nuestra libertad y nuestra capacidad de crear.
En resumen, la teoría de Sartre sobre la esencia y la vida en el ser humano nos invita a reflexionar sobre nuestra libertad y nuestra capacidad de crear. Somos seres libres, con la responsabilidad de construir nuestra propia esencia y de expresarnos de manera única. No hay una única verdad, sino que cada uno de nosotros tiene la libertad de definir su propia esencia. Así que, ¿qué esperas? Aprovecha tu libertad y crea tu propia obra de arte, tu propia esencia. ¡El mundo está esper